¡Cuando menos lo esperas, la vida te ofrece oportunidades y personas maravillosas!

Esta semana hicimos una escapada al pueblo de una de nuestras cuidadoras, Vilches. Un pueblo con un castillo súper bonito y mágico.

Desde hace tiempo llevamos viendo, desde Arquillos y a lo lejos, ese castillo y siempre le decía a los residentes, «os voy a llevar y vamos a ir a verlo» y, sin pensarlo y con más ganas que nadie, allí nos plantamos.

Pasamos un día inexplicable; me encantaría haceros partícipes con mis palabras, pero esta vez me cuesta más. Tan feliz con tan poco, que cuesta explicarlo, hay que vivirlo y sentirlo.

Por eso mismo, prefiero que lo veáis con vuestros propios ojos y el reflejo de sus sonrisas, tanto en nuestros preciosos residentes cómo compañeros.

Gracias ❤️.